Mamá dijo que al día siguiente iríamos a comprar cosas para la vuelta al
cole.
—¿Qué cosas? —preguntó papá.
—Muchas cosas —contestó mamá—. Entre otras, una cartera nueva, un estuche
para lápices y también unos zapatos.
—¿Zapatos otra vez? —gritó papá—. ¡No es posible! ¿Es que se los come?
—No, pero come sopa para crecer —dijo mamá—. Y si crece, también le
crecen los pies.
Al día siguiente fui de compras con mamá y nos peleamos un poco por lo de
los zapatos, porque yo quería unas botas de baloncesto, pero mamá dijo que me
iba a comprar unos zapatos de cuero bien resistente y que, si no me apetecía,
nos volvíamos a casa y eso a papá no iba a gustarle un pelo.
El vendedor de la tienda era muy simpático; me hizo probarme un montón de
zapatos y le explicó a mamá lo estupendos que eran todos, pero mamá no acababa
de decidirse, hasta que por fin le gustaron unos marrones y me preguntó si me
sentía bien con ellos puestos y yo le dije que sí para no agobiar al vendedor,
pero los zapatos me hacían un poco de daño.
Luego mamá me compró una cartera fantástica, y es que hay que ver lo bien
que nos lo pasamos con las carteras al salir del cole, tirándoselas a las
piernas a los compañeros para que se caigan, así que estoy de lo más impaciente
por volver a verlos. Y después mamá me compró un estuche que parece una funda
de revólver, solo que en vez de revólver tiene un sacapuntas que parece un
avión, una goma de borrar que parece un ratón, un lápiz que parece una flauta y
montones de cosas que parecen otras cosas, y con todo eso vamos a poder hacer
el tonto en clase un montón.
Cuando, por la noche, papá vio todo lo que me había comprado mamá, me
dijo que esperaba que cuidara bien de mis cosas y yo le dije que sí. Y es
verdad que soy muy cuidadoso con mis cosas, aunque el sacapuntas se rompió
antes de la cena, jugando a bombardear al ratón, y papá se enfadó y dijo que
estoy desmadrado desde que volvimos de vacaciones y que estaba deseando que
empezara el colegio.
La verdad es que, aunque la vuelta a clase va a ser pronto, yo y papá y
mamá volvimos de vacaciones hace ya tiempo.
Las vacaciones estuvieron muy bien y lo pasamos genial. Estuvimos en la
costa y yo hice cosas estupendas; nadé hasta lejísimos y gané un concurso en la
playa, y me dieron dos tebeos y un banderín. Y además estaba morenísimo por el
sol, y tenía una pinta estupenda.
Goscinny-Sempé (La vuelta al cole del pequeño Nicolás)