¿Qué necesitamos para hoy? un buen diccionario, folios blancos y lápices o bolígrafos de un mismo color.
Nuestro juego de hoy consiste en que uno de los alumnos busca una
palabra poco conocida en el diccionario. La elección de la palabra puede ser
por varias razones: o bien porque no la conozca nadie del grupo o bien porque
suene rarísima o porque parezca que es una cosa y sea todo lo contrario. Una
vez escogida la palabra, la dice al grupo y cada uno escribe lo que cree que significa,
intentando emular las definiciones del diccionario o haciendo definiciones muy
creativas, ¿por qué no? El que tiene el diccionario escribe la definición
correcta. Cuando todos han terminado de escribir su definición se la dan al
profesor y mezclan bien todos los folios, incluida la definición del
diccionario. El alumno que escogió la palabra o el profesor lee las
definiciones. Vuelve a leerlas y pide al grupo que cada uno dé un voto a la
definición que considere la correcta, es decir, la del diccionario.
En este juego que tomamos de Esmeralda Berbel es necesario que
escriban con letra bien clara para que el lector no se trabe con las
definiciones. Y hay que dejarles claro que no hay que adivinar la palabra, sino
definirla por lo que nos sugiere.
El profesor le indica al alumno que ha seleccionado la palabra en el
diccionario que tiene que leer todos los textos de sus compañeros con la misma
entonación y claridad para que nadie sospeche cuál es el «real».
Intentaremos que este juego no sea competitivo y que no haya
ganadores.
Cuando acaban de escribir, de leer y de votar, otro alumno hojea el
diccionario y escoge su palabra.