AACC


Marco teórico: altas capacidades

Fueron numerosas las terminologías utilizadas a lo largo de los años para definir a los alumnos que presentan una inteligencia superior a la media. Utilizaremos en este proyecto el término Altas Capacidades como aparecía en la Ley Orgánica Educativa (LOE, 2006) y se mantiene en la actual Ley Orgánica para la mejora de la calidad educativa (LOMCE, 2013).

Utilizamos la clasificación de Tannenbaum (1993) para una clarificación terminológica que permita utilizar correctamente la nomenclatura existente. En ella, se contemplan algunas acepciones para el concepto tratado que hace referencia a los alumnos que presentan comportamientos y realización considerados excepcionales. De este modo, diferenciamos:

  • Precoces: aquellos que tienen un desarrollo poco usual para su edad.
  • Prodigios: los que realizan una actividad fuera de lo corriente para su edad y condición.
  • Genios: aunque no existe unanimidad respecto a este término, generalmente se incluye a aquellas personas que tienen una gran capacidad intelectual y de producción.
  • Talentosos: poseen un rendimiento superior en algún área de la conducta humana.
  • Brillantes: personas que destacan en un contexto determinado.
  • Excepcionales: aquellos que se desvían de la media del grupo de referencia.
  • Superdotados: este término es reservado por algunos autores para individuos adultos que destacan en todas las áreas del conocimiento humano.
  • Altas Capacidades: personas con alta capacidad intelectual medida a través de pruebas psicométricas. Estarían dentro de este rango personas con un CI superior a 125-130.

Como podemos ver, detrás de todas estas acepciones encontramos el concepto de inteligencia. Durante el siglo pasado y los primeros años del presente numerosos autores intentaron esclarecer cuáles son las características de los individuos denominados superdotados. De este modo fueron surgiendo diferentes teorías que clasifican la superdotación.



Teorías basadas en capacidades.


El primer intento de medir las capacidades intelectuales de un modo científico fue realizado por Galton (1869), quien mantenía que la genialidad se heredaba, aun con matices, pues calidades como el trabajo o la persistencia se hacían necesarias para su manifestación. Se trataría del primero acercamiento a un concepto unitario de inteligencia.

Esto dio paso a diferentes modelos que partían de las capacidades del individuo. Algunos representantes fueron Binet y Agarran (1916), que se adelantaron en el concepto de Ratio Intelectual o CI. De acuerdo con la prueba Standford-Binet (1916), un individuo debía igualar o superar una ratio intelectual de 130 para presentar Altas Capacidades. Cabe destacar que durante estos años el incorrecto uso de este concepto sirvió para que arraigaran numerosos perjuicios ideológicos.

Posteriormente, uno de los autores que basó su modelo de inteligencia en las capacidades fue Gardner (1984), quien formuló su teoría de las inteligencias múltiples, ya invalidada por la ciencia.

 

Teorías basadas en el rendimiento

Otro de los modelos que hace falta revisar para comprender las altas capacidades es el basado en el rendimiento. En esta propuesta a la inteligencia se suman la motivación y la creatividad.

Renzulli (1978) ejemplificó esta nueva teoría en el modelo de los tres anillos. La inteligencia, que debía ser superior a la media, era representada por un anillo, junto a la unión de creatividad y motivación. La necesaria unión de estos tres dará lugar a la superdotación. Renzulli propone en ese momento un modelo de enriquecimiento para proporcionar respaldo educativo a los alumnos superdotados.

Otro autor que podemos encuadrar en este apartado es Gagné (1985), que se encarga de diferenciar entre talentosos y superdotados. Para él la superdotación es algo innato, una habilidad superior, mientras deja el término talentosos para referirse a aquellas personas que destacan en una o varias destrezas, pudiendo ser resultado del trabajo previo.

 

Las teorías cognitivas

Más tarde aparecen nuevas teorías en contraposición a las anteriores. Estas se centran en estudiar los procesos mentales, recursos y estrategias que emplean los individuos superdotados.

Destacan la teoría pentagonal de la superdotación y la teoría triárquica de la inteligencia, ambas de Sternberg (1986; 1993).

En ellas, se estudia en la primera la importancia del contexto cultural en la que se relaciona el individuo y cree necesarias cinco condiciones para que se produzca la superdotación. Son las siguientes:

  • Criterio de rareza.
  • Criterio de productividad.
  • Criterio de valor.
  • Criterio de demostrabilidad.
  • Criterio de excelencia.

La teoría triárquica de la inteligencia estudia el fenómeno de la superdotación partiendo de tres subteorías en las que se abordan desde los procesos mentales utilizados hasta la capacidad de adaptación al contexto. Estas son: analítica, experiencial y contextual.

Sternberg abre una puerta para el estudio del complejo enramado que constituyen las altas capacidades. No se puede reducir la inteligencia a una simple puntuación obtenida en unos test.

 

Las teorías socioculturales

Los modelos socioculturales no conciben la superdotación sin atender al contexto (social, económico, familiar, cultural, etc.) en el que se desarrolla el individuo, ya que consideran que estos pueden influir de forma positiva o negativa en el desarrollo de los individuos de altas capacidades.

Entre ellos, se puede destacar el modelo de Tannenbaum (1986) que, posteriormente fue revisado (1997). Esta teoría recoge cinco factores necesarios para considerar a un individuo superdotado. Estos son:

  1. Capacidad general: factor de inteligencia general que engloba todas las capacidades cognitivas.
  2. Aptitudes específicas: múltiples factores de inteligencia que afectan a diferentes tareas.
  3. Factores no intelectuales (el autoconcepto o la motivación): relacionados con el desarrollo de la persona.
  4.  Influjos ambientales escolares y familiares: ambiente estimulante.
  5. Factor suerte: fortuna en momentos cruciales de la vida.

Hace falta considerar que, en este modelo, la creatividad no aparece marcada cómo una de las causas, sino que es considerada a consecuencia de estos cinco factores citados.

También destacamos a Mönsk (1992) y su modelo de interdependencia triádica. En este caso la superdotación no es vista como algo estático, ya que algunos factores como la familia, los compañeros o el colegio, resultarán claves para su correcto desarrollo. Por lo tanto, esta teoría se junta con la de Renzulli en el sentido de que ambas utilizan estos factores en la descripción de las altas capacidades.

 

Las teorías actuales

Destacan dos teorías:

1. El modelo explicativo de la superdotación de Prieto y Castejón (1997), teoría en que se contemplan cuatro factores claves: la capacidad intelectual general, la personalidad, el manejo de los conocimientos y la situación cultural, social y económica. Sería necesario un mínimo nivel en cada uno de ellos para hablar de altas capacidades.

2. El modelo global de la superdotación, de Pérez (1998), que se basa en la conocida teoría de los anillos de Renzulli, aunque añade a cada anillo dos nuevas ideas: la primera se refiere a aspectos probables de desarrollar por el sujeto y la segunda hace referencia a aspectos posibles, cuyo desarrollo depende directamente de factores externos al individuo, como la enseñanza.

Los modelos actuales se caracterizan por dar la misma importancia a los factores internos (inteligencia, personalidad….) y a factores externos (contexto) para explicar las altas capacidades intelectuales. Esta es concepción más abierta y dinámica de la inteligencia.

 

Características generales de los alumnos con Altas Capacidades

Hace falta no olvidar que los alumnos con AACC son, como todos los niños, un grupo muy heterogéneo, aunque sí pueden tener unas características comunes.

A pesar de la gran cantidad de definiciones y teorías que surgieron a lo largo de los años, todas coinciden en que los individuos que presentan altas capacidades destacan de una manera clara en alguna capacidad superior (creatividad, lenguaje, etc.).

Sánchez (2000) identifica, según su terminología, en los individuos con altas capacidades las siguientes características:

  1. Capacidad intelectual general: esto puede detectarse se desde una edad temprana el niño presenta capacidades como la comprensión de ideas complejas y abstractas, manejo de un gran vocabulario, capacidad de argumentación, gusto por la lectura, etc.
  2. Aptitud académica: esta característica deriva de la capacidad intelectual general del punto anterior. Estos alumnos presentan normalmente un buen rendimiento académico, muestran tener mucho interés en áreas específicas, capacidad de concentración, etc.
  3. Creatividad: se trata de una de las características generalmente asociada a este tipo de alumnos. Esta capacidad se manifiesta en acciones tales como tener capacidad de iniciativa, realizar trabajos singulares y sorprendentes, etc.
  4. Aptitud social: generalmente estos alumnos presentan un alto grado de empatía que les permite comprender a los demás, se caracterizan por poseer un buen autoconcepto, por tener facilidad para asumir responsabilidades o tener un buen autodominio.

La observación de estas características será clave para el proceso de identificación de alumnos que presentan altas capacidades.

 

Identificación de los alumnos con Altas Capacidades

Un currículo flexible puede ser un instrumento válido para realizar la identificación de diferentes necesidades educativas especiales de una buena parte del alumnado que presenta altas capacidades intelectuales. Los procedimientos comunes llevados a cabo por el profesorado constituirán una respuesta idónea para muchos de estos alumnos, precisando solo una pequeña parte de actuaciones más específicas e individualizadas.

Según García y Abaurrea (1997), con aquellos alumnos que se requiera una actuación más individualizada, se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • La evaluación debe ser multidimensional y considerará al alumno en su globalidad. Además de la utilización de pruebas para evaluar la capacidad intelectual se emplearán otros instrumentos como entrevistas, cuestionarios…
  • La evaluación destinada a conocer las capacidades intelectuales del alumno mediante pruebas estandarizadas se destinará a la detección de posibles desniveles entre diferentes factores, con la finalidad de identificar puntos fuertes y débiles.
  • Se partirá de la valoración de la competencia curricular y posteriormente se valorará capacidades intelectuales, creatividad, intereses y aptitud específicas.

La evaluación debe considerarse como un instrumento que permita posteriores adaptaciones que promuevan una educación más personalizada.

 

Pruebas de diagnóstico

Para llevar a cabo a evaluación del talento existen muchas posibilidades. En concreto, Martinson (1974) indica algunos aspectos de grande interés relacionados con ellas. Son los siguientes:

  • Se debe ser consciente del alcance y limitaciones de estas.
  • Se considerarán las razones que justifican su empleo.
  • Debe conocerse bien su eficacia.
  • Se considerará su valor para establecer programas educativos.

En la actualidad existen múltiples instrumentos de evaluación diagnóstica tanto psicométrica (test puntuables que miden el coeficiente intelectual) como cualitativa (evalúan habilidades lingüísticas, procesos de atención, memorización, etc.), instrumentos que abarcan diferentes ámbitos de pensamiento convergente, divergente, actitudes, características de la personalidad, estilos cognitivos, estilos de aprendizaje, etc. A grandes trazos, se pueden diferenciar dos grupos: técnicas objetivas o formales, y técnicas subjetivas o informales. Únicamente las primeras tienen consistencia interna, validez, fiabilidad estadística, aunque se emplean las dos.

 

Pruebas objetivas.

Destacan:

  • Test de inteligencia general: uno de los métodos tradicionales más aceptados para la detección del talento.
  • Test de aptitudes específicas: permiten afinar más en la identificación de los tipos de talento del alumnado.
  • Pruebas de rendimiento: existen algunas baterías de test que engloban los campos de las materias escoleres.
  • Material para valorar la creatividad: diversas pruebas que sirven para valorar la creatividad verbal y figurativa.
  • Test de personalidad: necesarios para conocer la madurez social y emocional del alumnado.

Pruebas subjetivas

Estas son valoraciones tanto del propio alumno como de otras personas que pueden proporcionar información pertinente sobre rendimiento, intereses, aficiones, situación escolar… Deben ser complementarias a las pruebas de carácter objetivo. Destacan las siguientes:

  • Informes del profesorado: bastante influenciados por criterios de rendimiento escolar y que no siempre tienen en consideración otros talentos presentados por el alumnado.
  • Informes de los padres: una fuente de datos esenciales, sobre todo para conocer datos evolutivos a edades tempranas.
  • Nominaciones de los compañeros: pueden aportan informaciones relevantes en cuanto a intereses, socialización o liderazgo.
  • Autoinformes: realizados solo con alumnado mayor.

Ambas tipologías de pruebas, objetivas y subjetivas, son necesarias para poder realizar un buen diagnóstico.

 

Principales métodos de intervención

Habitualmente se contemplan tres vías diferenciadas para abordar la educación del alumnado que presenta altas capacidades intelectuales. Estas son: la aceleración, el agrupamiento especial y el enriquecimiento.

La aceleración consiste en el adelantamiento de uno o varios cursos con respeto a la edad del alumno. Puede realizarse como entrada temprana a una etapa educativa o saltarse algún nivel dentro de una de ellas.

El agrupamiento especial consiste en juntar a los alumnos en un aula específico dentro del centro convencional o trasladarlos a centros específicos.

Frente a estos métodos se encuentra la alternativa que más se adaptaría al principio inclusivo que rige este proyecto. Se trata del enriquecimiento. Este consiste en la realización de adaptaciones curriculares no significativas que posibiliten el desarrollo de las capacidades de los alumnos sin que se produzcan desajustes físicos o sociales.

De este modo, desde un marco curricular único para todo el alumnado se ofrece una respuesta educativa que reconoce las diferencias individuales y, en función de ellas, se determinen las planificaciones y actuaciones más adaptadas la cada caso.

Tras esta visión general de las posibles respuestas educativas se hace necesaria una visión más detallada que sirva para concretar qué aspectos tenemos que adaptar en el currículo de estos alumnos.

 

Adaptaciones del currículo

Se deben tener en cuenta las necesidades específicas de los alumnos, las posibilidades de adaptación de los elementos que constituyen el currículo y las posibilidades del contexto para llevar a cabo las medidas oportunas. Estas adaptaciones podrán realizarse en tres ámbitos: en el qué enseñar, cómo enseñarlo y qué y cómo evaluar.

 

Adaptaciones a que enseñar

Se trata de enriquecer el currículo mediante la introducción de los nuevos contenidos o su ampliación. Dentro de los distintos objetivos, se recomienda no interferir en los generales y realizar las adaptaciones oportunas de los objetivos del área, priorizando algunos de ellos. Con esto se pretende darles más valor a algunos contenidos, poner en juego procesos cognitivos complejos, desarrollar el pensamiento creativo y divergente, etc. Estas adaptaciones se pueden hacer en tres vertientes:

  • Desarrollar en profundidad y extensión los contenidos establecidos: enriqueciendo el currículo, desarrollándolo en extensión y dándole valor a los objetivos y bloques de estos de una forma interdisciplinar.
  • Incluir en el currículo intervenciones específicas: introduciendo en la programación una serie de técnicas y actividades específicas con la finalidad de complementar la oferta educativa. Se trata de contenidos actitudinales y procedimentales, principalmente. Entre otras, se pueden destacar las siguientes:
  • Técnicas de búsqueda, tratamiento de la información e investigación para potenciar la autonomía en el aprendizaje.
  • Actividades y técnicas para fomentar el desarrollo del pensamiento divergente y creativo.
  • Actividades para el desarrollo social y afectivo. Aprendizaje cooperativo y entrenamiento en habilidades sociales.
  • Programas específicos de entrenamiento cognitivo.
  • Introducir nuevos contenidos que den respuesta a intereses del alumnado. Se puede valorar la introducción de contenidos que resulten del interés del alumnado, aunque estos no guarden relación con los contenidos curriculares programados en la legislación vigente.

 

Adaptaciones a cómo enseñar

Las estrategias de enseñanza que habrán de introducirse serán las que mejor se adapten al alumnado, objetivos y contenidos que se propongan. Entre ellas, se pueden destacar las siguientes:

  • Coordinar al profesorado, implantando un modelo coherente con una metodología común.
  • Basar el modelo en la concepción del alumno como sujeto activo de su propio aprendizaje.
  • Entender el proceso de enseñanza-aprendizaje como un proceso comunicativo de doble dirección profesor-alumno y a la inversa, cuya retroalimentación provoca enriquecimiento mutuo.
  • Partir de la programación como un elemento flexible.
  • Diversificar los contenidos y actividades mediante el planteamiento de diferentes niveles de dificultad.
  • Realizar diferentes tipos de agrupamiento: trabajar en “gran grupo”, “pequeño grupo” y también de forma individual.
  • Realizar una oferta variada de materiales y recursos.

 

Adaptaciones a qué y cómo evaluar

En este apartado, cabe destacar que la evaluación debe referirse a los objetivos de etapa y además de a los objetivos con mayor carga de instrucciones, debe contemplar la evaluación de aquellos destinados al desarrollo integral de la persona. Dicha evaluación debe contemplar también la metodología por la que se optó y debe servir al alumno como medio de autorregulación.

La evaluación, entendida de esta forma, se erige como un importante elemento para la mejora educativa, puesto que llevaría consigo la introducción de sucesivas modificaciones durante el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Así, tras realizar un recorrido por las diferentes teorías sustentadas por los más importantes investigadores de las altas capacidades, identificar las características principales de este tipo de alumnado y señalar los principales métodos de intervención en la escuela, a continuación exponemos un proyecto educativo para trabajar con este tipo de alumnado dentro del aula común.

 

Orientaciones en la intervención educativa del alumno/a con sobredotación intelectual

Recogido de:

FERRÁNDIZ C, ROJO La, FERRANDO M. Intervención educativa con altas capacidades intelectuales.

A continuación, presentamos algunas orientaciones para la intervención educativa con alumnos con superdotación y distintos tipos de talentos propuestas por Castellón y Martínez (1999).

Superdotado: La adaptación curricular orientada a temas transversales o de síntesis y, también las actividades que permitan el trabajo autónomo y combinen distintas áreas o materias, son las estrategias más adecuadas. Asimismo, suele ser eficaz que asuma la tarea de coordinador en situaciones de trabajo de grupo.

ORIENTACIONES PARA EL PROFESORADO: presenta especial interés por las conexiones entre temas distantes. Buena aptitud para el trabajo autónomo. Énfasis en la comprensión más que en la memorización. Hay que recordar que, a menudo, se apartará de los objetivos establecidos.

Talento académico: La ampliación curricular orientada a la profundización de contenidos, no siendo aconsejable avanzar materias de cursos posteriores. Se debe recordar que este tipo de talento implica una buena disposición y capacidad para el trabajo autónomo, por esta razón, se les pueden encomendar trabajos que no requieren una monitorización sistemática. La aceleración puede ser un recurso, siempre que se manifieste un claro dominio de los contenidos del curso actual y/o el inmediatamente posterior, y se garantice la madurez emocional y social.

ORIENTACIONES PARA EL PROFESORADO: es importante disponer de actividades y temas de ampliación “de reserva” dado el rápido ritmo de aprendizaje de estos alumnos, para que no se aburran y desmotiven. Se debe vigilar de cerca su interacción social con otros alumnos y estar preparado para intervenir sí surgen problemas. El profesor no debe confiar tanto en sus conocimientos -que pueden ser superados en algunas materias por los alumnos con talento académico- como en su experiencia, sus habilidades para acceder la información y su capacidad de orientar al alumno.

Talento verbal: La intervención para este tipo de alumnado debe dirigirse a: a) complementar la representación verbal (área que dominan) con otras formas de representación; b) compensar las áreas deficitarias para que alcancen un nivel mínimo de rendimiento; y c) ampliar con trabajos que impliquen obtención de información a partir de fuentes documentales de manera autónoma.

ORIENTACIONES PARA EL PROFESORADO: aunque la capacidad verbal es una importante ayuda para el aprendizaje académico, la inteligencia se compone de otros muchos recursos. Consecuentemente, estos niños pueden parecer más inteligentes de lo que realmente son. Esto debe tenerse muy en cuenta en la planificación de objetivos y, abrigo, en el momento de suscitar exigencias o generar expectativas.

Talento lógico: El área prioritario de intervención debe ser la mejora de su socialización, procurando incidir en la capacidad para matizar y flexibilizar sus patrones de conducta e incluir otros valores en la representación de las personas, más allá del razonamiento lógico. Académicamente, puede resultar adecuada la inclusión de actividades y problemas complementarios (enriquecimiento), aspecto que les ayudará a consolidar contenidos y que mantendrá la motivación en niveles elevados.

ORIENTACIONES PARA EL PROFESORADO: debe prestarse atención a las interacciones sociales de los talentos lógicos e intervenir de forma preventiva, siempre que sea posible. En las situaciones en que se manifiesta rigidez deben fomentarse actitudes de respeto hacia el otro. Suele ser necesario tener un especial cuidado en ser congruente y racional al ofrecerles explicaciones y justificaciones para ciertas cosas, tales como contenidos, reglas, etc.

Talento matemático: La intervención para este tipo de alumnado, debería seguir una triple vía: a) ampliación de tareas y contenidos en las materias de tipo cuantitativo, en la misma línea que los talentos académicos; b) actividades compensatorias de las áreas y recursos poco utilizados, poniendo un énfasis especial en restaurar la motivación y un mínimo nivel de rendimiento; y b) entrenamiento de habilidades comunicativas y de interacción social.

ORIENTACIONES PARA EL PROFESORADO: las diferencias de rendimiento entre áreas no son debidas a la mala disposición del alumno o alumna, sino al desnivel en sus capacidades. La motivación y el rendimiento será más bajo en aquellas materias que requieren recursos que no son propios de su dominio, pero debe exigirse un nivel mínimo. Se reforzarán los pequeños avances en las materias que son más difíciles para ellos y también la utilización del lenguaje como forma de expresión.

Talento artístico figurativo: La principal vía de intervención debe orientarse hacia el incremento de la motivación escolar. Recursos como la inclusión de material figurativo (dibujos, gráficos, etc.) y, siempre que sea posible, la vinculación de contenidos con elementos artísticos son buenos caminos de actuación. Leves ajustes curriculares pueden ser suficientes.

ORIENTACIONES PARA EL PROFESORADO: es importante incluir actividades figurativas en las tareas habituales, como ayudas a la representación o a la expresión de informaciones. Es probable que sea difícil motivarlos en tareas excesivamente alejadas de sus intereses, razón por la cual, una excesiva presión podría ser contraproducente.

Talento creativo: La intervención debe orientarse hacia el incremento de recursos alternativos a la creatividad y en propiciar vías de representación de la información que se aproximen a las deseadas por el sistema educativo. A su vez, resulta muy importante concienciar al profesorado sobre la distinta forma en que razonan este tipo de alumnos o alumnas, evitando confundir el funcionamiento creativo con un déficit de atención o de comprensión; o, por sus características conductuales, con una conducta intencionada de reto hacia los adultos. Los trabajos de grupo son útiles para este tipo de alumnos, de forma que otros compañeros pueden complementar y aprovechar las aportaciones divergentes del talento creativo.

ORIENTACIONES PARA EL PROFESORADO: las respuestas que implican creatividad son de tipo divergente, es decir, a menudo son distintas de lo que lógicamente deberíamos esperar. Debe evitarse una presión sistemática sobre este tipo de respuestas y evitar las atribuciones de mala intención, agresividad o interés por la provocación. En la medida en que sea posible, se valorará el interés, la complementariedad o la originalidad de la respuesta. Es difícil conseguir un mínimo rendimiento académico, por parte de estos alumnos; en todo caso, debe procurarse valorar todo cuánto sea aprovechable de su estilo de respuesta y representación de la información.

 

Orientaciones sobre sobredotación

Lo primero que tienen que tener en cuenta los padres es que el entorno familiar es muy importante para el desarrollo intelectual y afectivo de lo/a niño/a.

Los padres no deben olvidar que ante todo son padres, y aunque en ocasiones las capacidades intelectuales de los pequeños excedan las de los padres, esto no debe afectar en ningún momento a las actuaciones de los padres como tales ni a la autoridad de estos.

Los padres deben hacerles valorar a sus hijos/as la importancia de ser responsables, de integrarse socialmente, respetar y aceptar a los demás... De esta forma se evita que puedan aparecer ciertos sentimientos de superioridad, que con el tiempo el único que consiguen sea fomentar el individualismo y la falta de adaptación.

Es importante que los padres supervisen y dirijan el tiempo que los niños/as pasan fuera del colegio: planificar actividades, fomentar las relaciones, supervisar los programas de televisión, ayudarle a satisfacer sus curiosidades, orientarle en las lecturas, etc.

Planificar el tiempo de descanso y ocio: fomentar las relaciones con los amigos/as, juegos y actividades propias de su edad.

No olvidar que es fundamental cuidar la parte afectiva, emocional y social de los niños/as. Se encontraron muchos casos de niños/as superdotados/as con problemas emocionales y sociales. Actuar en colaboración con los profesores y profesionales del colegio. Se aconseja que haya una coordinación e intercambio de información para trabajar al unísono.

Tener siempre presente que el niño no es un adulto, es un niño y como tal hay que tratarle. Como todos los pequeños necesitan también del refuerzo y que se le reconozcan los logros, tanto académicos como sociales.

No olvidar que es posible que haya áreas en las que no destaque, y hasta en las que estén por debajo de la media, por ejemplo, en deportes, aptitudes artísticas, etc. Esto no debe preocupar a los padres, es algo que es normal que ocurra.


Nuestra propuesta

Tal y como indicamos anteriormente, vivimos en una sociedad que si desea una educación de calidad no puede seguir dando la espalda a las diferentes características del alumnado a la que se dirige. Esta necesidad de dar una atención a la diversidad presente en las aulas aparece reflejada en las distintas leyes educativas vigentes en los últimos años. Como señalamos, uno de los colectivos incluidos en la actual ley educativa (LOMLOE) como alumnado con Necesidades Específicas es el llamado de altas capacidades, un 2,3%, según la Organización Mundial de la Salud.

Este proyecto educativo pretende ofrecer una respuesta las necesidades de esta clase de alumnado, proporcionando situaciones de aprendizaje motivadoras que permitan explotar al máximo sus potencialidades. Con esta finalidad, presentamos un proyecto educativo basado en el enriquecimiento curricular que dé respuesta a las necesidades específicas del alumnado diagnosticado de altas capacidades y proporcionarles herramientas para mejorar en la expresión escrita.

Las actividades propuestas son abiertas y adaptables a distintos niveles de dificultad en cuanto a su ejecución, intentando sumergirnos más en algunas de las actividades propuestas. El objetivo final será la publicación de los cuentos que elaboren, siendo este fin un elemento muy motivador, como también lo será, la agrupación cambiante entre trabajo individual, por parejas o por grupos.

El presente programa de enriquecimiento curricular consiste en la implementación de un taller de escritura creativa para acercar a los alumnos de altas capacidades a la literatura. A través de la lectura, en muchos casos de clásicos, y de clases magistrales de autores de renombre de la literatura infantil, irán caminando a su ritmo hacia una mejora significativa de su expresión escrita y de su creatividad. No se trata de convertirlos en escritores/as, sino abrirles la puerta de la escritura para que en caso de que les guste escribir tengan las herramientas precisas para hacerlo con calidad.

La puesta en marcha de este proyecto se concretará en la realización de las diferentes actividades programadas que, además de cumplir con sus objetivos específicos, contribuirán al desarrollo de las potencialidades de estos alumnos/as de altas capacidades. Se ofrecerán actividades idóneas para las edades de Primaria, desde 3º a 6º, adaptadas a la madurez del alumnado con un carácter menos rígido que el del aula, averiguando siempre un ambiente agradable en el que, además, se les facilite la socialización.