Una maestra, en el día de su cumpleaños, estaba abriendo todos los regalos que le habían hecho cuando, de pronto, se le acercó una niña que llevaba una pequeña flor naranja en su mano.
—Vaya —dijo la
maestra sorprendida al verla— ¿dónde has encontrado esa flor tan bonita?
—Bueno, en
realidad no la he encontrado, he ido a buscarla.
Esta es una flor
que solo crece en las partes más alejadas del bosque, justo a la orilla del
lago.
La profesora
sabía que el lago estaba a unos seis kilómetros de distancia de la escuela y
que aquella niña habría tardado horas en conseguir la flor.
Se emocionó tanto
que no pudo evitar derramar unas lágrimas.
—Muchas gracias,
muchas gracias, es un detalle tan tan bonito, pero no debiste ir tan lejos para
buscarme un regalo.
—Bueno —contestó
la niña— eso también forma parte del regalo.
Eloy Moreno